YACUMAMA, EL ESPIRITU DE LOS RIOS (segunda parte)

 Ernesto recibiendo los consejos del espíritu de las aguas  sale del fondo del rio y se dirige a   su casa,  peor cuando  va no había la casa que buscaba el pueblecito pequeño en donde vivía de había convertido en una  ciudad entera había carros por todos lados aeropuertos , casa con luces  y cosas que él nunca había imaginado ver  vaca y busca su as , no lograba encontrar, pero un joven preocupado por Ernesto se le acerca y le pregunta ¿ a quién estas buscando?,  este le responde estoy buscando a  mi familia, el muchacho pregunta por el nombre de  su familia , Ernesto da su nombre de su familia, el  muchacho le pregunta su nombre y  Ernesto le da  su nombre, el muchacho parece  no conocerle, peor este tenía una novia que hablaba de una  vieja leyenda que una vez un joven había sido arrastrado por un espíritu a las aguas y nunca más regreso,  es cuando se le viene a la memoria del  joven usted es Ernesto claro ahora lo recuero es el hombre desea  vieja leyenda, no creí que regresaría, su familia muria ya casi hace doscientos años, su tátara, tátara, tátara nieto   acaba de finarse hace   tres meses atrás ya muy anciano sus descendientes ahora están en otro lugar.

Ernesto mira todo y dice han pasado ya doscientos largos años mi familia han muerto, le  joven se retira, Ernesto se  sienta sobre unos asientos que había para esperar el  microbús, es a allí donde este siente hambre no tenía nada para comer, es cuando recuerda  lo que el espíritu de las agua le había dado la caja  de palta  Ernesto no sabiendo que hacer se preguntaba que es lo que habrá  allí dentro habrá oro, plata, o cualquier otro objeto, tal vez hay comida  decía el en su mente , tenía tanta hambre y decide abrir la caja, de allí sale una nube oscura que envuelve todo su cuerpo   y en eso  Ernesto se convierte en un anciano, viejo, muy viejo con  barbas   blancas que eran largas ya no se podía ni mover , en ese mismo instante  Ernesto muere, En la caja estaba todos los años  que había pasaba  bajo el agua  que pare él y la sirena era nada más que dos horas que equivale a  doscientos años. La gente se amontona ante el cadáver el muchacho regresa  y lo ve tan anciano en ese mismo instante su  cuerpo es llevado hacia ese rio para que descanse en paz.

Fin